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29 ago 2013

Intimarme

Desde hace un año, me sumergí en un viaje profundo tanto a mi interior como a mi exterior. En los últimos meses me encontré con mi intimidad y empecé a intimar conmigo y con los míos. Me dí cuenta de que muchas veces nos perdemos en las palabras, en acontecimientos ... perdiéndonos. Aprecié que detrás de la facilidad de palabra, se esconde la necesidad de ser valorada y escuchada por otros. Así que cuando empecé a escucharme y valorarme, la necesidad de hablar constantemente, se diluyó.

Este es un ejemplo de la transformación de una de las creencias que componen mis diferentes máscaras. El proceso de cambio de esta máscara y otras, me llevó a una encrucijada, a la incertidumbre y a repetirme hasta el infinito "y ahora, ¿quién soy?" Afortunadamente, conseguí intimar un poco más y dejé de hacerme esa pregunta. Me encontré dentro y fuera de mí misma, me miré y miré mi entorno.

Agradezco que la medicina del oso me acompañe ^ ^



Cada viaje es diferente para cada uno, y todos temos nuestros caminos, para mí intimar fué y sigue siendo algo maravilloso y necesario en éstos momentos. ¿Sabes qué es lo que necesitas tú?

Abrazos y felices lunas y soles.

Encarna Llor