Hoy me gustaría hablar del encuentro con la sombra, puesto que somos muchas las que en las últimas semanas, o en los últimos días, estamos viviendo situaciones similares encontrándonos con nuestra sombra.
Al género femenino nos pasa cada mes, en la menstruación conectamos con la sombra y vivimos por lo tanto en cada ciclo una oportunidad de sanar maravillosa. Nuestro cuerpo se desprende de cualquier acúmulo de energía producido desde la anterior menstruación, ya sea físico, emocional o mental. Para que haya esa liberación tiene que haber una apertura, por lo que cada mujer en los días que rodean a la menstruación está más abierta, y ésto implica un aumento de sus percepciones, tanto externas como internas. Y esto es lo que propicia el encuentro con la sombra.
Ahora bien, hay más momentos en los que poder acceder a la sombra con facilidad, y coinciden con momentos de apertura, como puede ser un parto, un aborto, una pérdida... Son momentos que vivimos todas, hombres y mujeres, en mayor o menor medida. En los cuales una oscuridad parece penetrar en nosotros. Yo cada día estoy más convencida de que esa oscuridad proviene de nosotras mismas, sale de nuestro interior y de nuestro exterior, que somos nosotros mismas.
Y es precisamente esa oscuridad nuestra la que yo identifico como sombra, que habita en nosotros, que corresponde a nuestro instinto, a nuestra naturaleza, a la mujer salvaje. Sombra que si no es aceptada se convierte en conductas para esconderla que resultan a la larga más perjudiciales que las conductas escondidas, en sufrimento, en agonía, destrucción, culpa, tristeza, resentimiento, dolor...
El encuentro, trabajo y aceptación de la sombra es responsabilidad de cada una, y está en cada una propiciar en otras el encontro con la sombra, así como proporcionar herramientas para trabajar con ella y llegar a aceptarla. Viviendo así en comunión con todas las energías presentes en nosotras, dándole a cada una la importancia y el lugar que debe ocupar, para que todo pueda fluír, para que podamos fluír e ser ahora diferentes de lo que fumos hace un segundo y de lo que seremos un segundo después.
Que la sombra brille en nosotras.
Encarna Llor
Al género femenino nos pasa cada mes, en la menstruación conectamos con la sombra y vivimos por lo tanto en cada ciclo una oportunidad de sanar maravillosa. Nuestro cuerpo se desprende de cualquier acúmulo de energía producido desde la anterior menstruación, ya sea físico, emocional o mental. Para que haya esa liberación tiene que haber una apertura, por lo que cada mujer en los días que rodean a la menstruación está más abierta, y ésto implica un aumento de sus percepciones, tanto externas como internas. Y esto es lo que propicia el encuentro con la sombra.
Ahora bien, hay más momentos en los que poder acceder a la sombra con facilidad, y coinciden con momentos de apertura, como puede ser un parto, un aborto, una pérdida... Son momentos que vivimos todas, hombres y mujeres, en mayor o menor medida. En los cuales una oscuridad parece penetrar en nosotros. Yo cada día estoy más convencida de que esa oscuridad proviene de nosotras mismas, sale de nuestro interior y de nuestro exterior, que somos nosotros mismas.
Y es precisamente esa oscuridad nuestra la que yo identifico como sombra, que habita en nosotros, que corresponde a nuestro instinto, a nuestra naturaleza, a la mujer salvaje. Sombra que si no es aceptada se convierte en conductas para esconderla que resultan a la larga más perjudiciales que las conductas escondidas, en sufrimento, en agonía, destrucción, culpa, tristeza, resentimiento, dolor...
El encuentro, trabajo y aceptación de la sombra es responsabilidad de cada una, y está en cada una propiciar en otras el encontro con la sombra, así como proporcionar herramientas para trabajar con ella y llegar a aceptarla. Viviendo así en comunión con todas las energías presentes en nosotras, dándole a cada una la importancia y el lugar que debe ocupar, para que todo pueda fluír, para que podamos fluír e ser ahora diferentes de lo que fumos hace un segundo y de lo que seremos un segundo después.
Que la sombra brille en nosotras.
Encarna Llor
No hay comentarios:
Publicar un comentario